Columnas

México Lindo y Querido: por fin una presidenta mujer, Claudia Sheinbaum

Jaime Ensignia

Director del Área Internacional de la Fundación Chile 21.

Para América Latina y el Caribe, éstas han sido las elecciones más importantes del primer semestre del año en curso

El domingo 2 de junio se llevaron a cabo las elecciones federales en México, en donde se eligió la presidencia para el sexenio 2018-2024. México es la segunda economía más grande de América Latina y el Caribe (ALyC) con una población de 129.477.554 habitantes, según las estadísticas recientes. Fueron 99.084. 188 los habilitados para votar en esta trascendental elección. Además, de elegir al sucesor de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se eligieron 500 diputados y diputadas y, 128 Senadoras y Senadores, más autoridades comunales y locales. Cómo es habitual en México, la campaña electoral y las elecciones mismas estuvieron bajo un escenario de violencia, muertes y asesinatos inusitados. A la fecha de la elección hubo cerca 130 asesinatos políticos, de postulantes a los más diversos cargos de elección popular. Sin embargo, a pesar de estas lamentables víctimas de la violencia política, esto no impidió el desarrollo normal de la elección mexicana. Para América Latina y el Caribe, éstas han sido las elecciones más importantes del primer semestre del año en curso.

Los resultados. Lo primero que hay que señalar lo siguiente: es un acontecimiento histórico en la historia de México, que una mujer llega a la primera magistratura del país en más de 200 años de vida republicana. En estas elecciones del 2do de junio votaron alrededor de más del 68% del padrón electoral según los resultados, aún no finiquitados, del Instituto Nacional Electoral de México (INE). Es una muy buena participación ciudadana para estas elecciones generales. Éstos resultados entregan un contundente triunfo a la continuadora de AMLO, Claudia Sheinbaum, de 61 años, Dra de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), una científica y académica de la Facultad de Ingeniería, ex jefa de gobierno de la Ciudad de México y estrecha colaborada del presidente actual. La votación de la candidata Sheinbaum, de la Coalición Sigamos haciendo historia, que la integran el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), apoyado por el Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido Verde Ecologista (PVEM) alcanza un 58,79% de los sufragios. La diferencia con la segunda competidora, la candidata Xóchit Gálvez de la Coalición de Centro Derecha Fuerza y Corazón por México, apoyada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido de Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), de giro neoliberal logra cerca del 28,20 %de los votos. Un dato importante a considerar, que la candidatura de Gálvez por más que quiso pasar por una candidatura ciudadana e independiente tuvo detrás de ella a los tres partidos tradicionales del espectro políticos mexicano los cuales han sido señalados como los partidos más corruptos del país. El tercer candidato, Jorge Álvarez Máynes con su Movimiento Ciudadano recibe un 10,52% de los votos emitidos aproximadamente. En definitiva, la mayoría de los sondeos de opinión y las respectivas encuestas no se equivocaron en el triunfo abrumador de Sheinbaum por sobre sus contendores, Gálvez y Álvarez. Para los partidos que apoyaron a Gálvez, el PRI y el PAN, es un fuerte descalabro electoral estos resultados. La ciudadanía no olvido la denominada “dictadura perfecta” y altos índices de corrupción que tuvo al PRI en sus 76 años en el poder, ni los 12 años de gobiernos del PAN con sus deplorables resultados y la corrupción de sus líderes.

La izquierda prosigue en el gobierno. En esta elección, además de lograr la presidencia, la Coalición política de Claudia Sheinbaum, Sigamos haciendo historia, alcanza una victoria en la Cámara de Diputados y en Senado, y en la mayoría de las gobernaciones del país. La presidenta electa ha señalado que seguirá la ruta de AMLO, por cierto, haciéndose cargo de los nuevos desafíos que tendrá México en este sexenio que le tocará presidir. Su gestión tendrá sello de mujer, ya probado en su paso como Jefa de Gobierno de la ciudad de México.

Sheinbaum recibe una herencia del presidente AMLO -un gran comunicador con un liderazgo político como nunca en la historia política mexicana- en el terreno de la constante lucha contra la desigualdad política, social y cultural, en la preservación del aumento de los salarios, en la política de infraestructura, como así también, haciéndose cargo de las deficiencias que se constataron en el sexenio 2018-2024, en lo referente a políticas de género, a estilos autoritarios presidenciales, al manejo del tema violencia, seguridad, combate al narco tráfico y al crimen organizado transnacional. La nueva presidenta tendrá que buscar una nueva reformulación en la relación con los EEUU sobre todo en los temas migratorios y en relación a los ámbitos del combate al tráfico de drogas hacia la nación norteamericana, nación que es la mayor receptora de las drogas provenientes de México.

Qué significa el triunfo Sheinbaum para el mundo progresista de la región. Es evidente, que la continuación de la coalición liderada por Sheinbaum entrega oxigeno político a la izquierda y al progresismo de la región. El liderazgo de la nueva presidenta junto a los de los presidentes de Brasil, Colombia, Chile y otros de Centro América (Honduras y Guatemala) potenciará un modelo de política económica y social alternativa al neoliberalismo. De este modo, se podrán enfrentar los enormes desafíos de la desigualdad, del calentamiento global, de los temas migratorios y poner al servicio un modelo económico para la gran mayoría de los ciudadanos y ciudadanas del continente. Así también, apoyará a contener el ascenso de la de la ultraderecha latina, y la lucha contra el narco tráfico con sus secuelas del crimen organizado transnacional en la región.

Finalmente, por qué no señalarlo, este México de la presidenta Sheinbaum, junto a los países mencionados podrían poner en marcha el gran anhelo de una verdadera integración en el continente.