Daniel Grimaldi, Director del área de Ideas Políticas y Cambio Social de Chile 21
La percepción de polarización en el mundo político es algo que viene afirmándose hace algún tiempo en Chile, sobre todo desde las últimas elecciones presidenciales. El centro político habría perdido terreno frente a las posiciones extremas, relativas al espectro nacional (Fuentes, 2018). Si bien esta tendencia puede ser corroborada por el estudio de los cambios electorales, solo nos hablaría de las preferencias de los ciudadanos frente a la oferta política que existe en una determinada elección, pero no habla de sus preferencias en términos más generales en política. La voluntad soberana puede apreciarse mucho más fielmente en la deliberación pública que en el resultado de una elección determinada (Elster, 2002). Así, observar las divergencias en la deliberación de los ciudadanos comunes puede darnos más luces sobre el fenómeno de la polarización y al menos poder contrastar las tendencias que se observan en el resultado de las elecciones, para así tener un panorama más claro sobre las diferencias políticas de la sociedad y cómo las traducen los representantes.
La polarización puede ser entendida como el aumento de la distancia entre dos polos ideológicos (Sartori, 1980) y esto traería el deterioro de los sectores moderados (Cox, 1990). También se habla de polarización, cuando existe gran diversidad de posiciones ideológicamente irreconciliables que no presentan posibilidad de acuerdo, constituyendo especies de clusters en todo el espectro ideológico (Di Maggio, 1996); bajo esta figura podría darse el caso de la configuración de una extrema derecha una extrema izquierda e incluso un “extremo centro”.
En nuestro estudio Deliberación Pública de cara al 2021 recientemente publicado, hemos analizado algunas dimensiones relevantes del debate público que nos hablan de los grados de polarización de las posiciones en los ciudadanos más allá de sus preferencias electorales, por ejemplo, posiciones extremas que se expresan cuando se discute de política con otros en el diario vivir. Las posiciones extremas que indicarían polarización son aquellas que apoyan cambios radicales o el conservadurismo extremo, pero tales extremos no pueden ser asimilados necesariamente a la izquierda o la derecha, lo que indican es más bien una preferencia de cambio en el sistema político y social. En noviembre del 2020 interrogamos a 1702 personas sobre cuán radicalizadas o conservadoras en una escala del 1 al 10 consideran que son sus posiciones cuando hablan sobre el acontecer nacional o temas políticos y el resultado ha sido clarificador sobre algunos puntos.
Como señala el Gráfico Nº1 un 40% declara sostener posiciones extremas, siendo un 32% posiciones absolutamente radicalizadas, mientras que el 60% restante se ubica en posiciones relativamente moderadas y solo un 8 % en posiciones absolutamente conservadoras. Lejos de la apariencia de polarización que muchas veces entregan los medios de comunicación sobre las discusiones políticas, las cifras de nuestro estudio indican que los encuestados están ampliamente a favor de transformaciones, algo bastante cercano a los resultados del plebiscito de octubre. Por otra parte, el grueso de las divergencias se observa entre quienes desean cambios radicales y quienes desean cambios moderados. El hecho que una buena parte de los encuestados se ubique en sectores moderados matiza al menos la polarización que se puede observar frecuentemente en el mundo político por la atención que le dan los medios de comunicación a las posiciones extremas, con el afán de generar audiencias y alimentar una rentable estridencia comunicacional.
Gráfico Nº 1: Cuando Ud. opina frente a su familia u otros sobre el acontecer nacional o temas políticos; ¿Cuán radicalizadas o conservadoras son en general sus posiciones en una escala de 1 a 10? (1 es absolutamente conservadoras y 10 absolutamente radicalizadas)
Las redes sociales juegan otro rol importante en el aumento de la percepción de polarización. El gráfico Nº2 muestra que la percepción de posiciones extremas en el ámbito de las redes sociales llega a un 50%, donde las más radicalizadas representan el 44% y las más conservadoras un 6%. Muy importante es constatar que las posiciones moderadas constituyen el otro 50%, por lo cual, la mayor percepción de posiciones extremas en redes sociales, tampoco nos permiten afirmar una clara polarización política en este espacio en los términos que se entiende la polarización política en los resultados electorales.
Gráfico Nº 2: ¿Cuán conservadoras o radicalizadas son en general las posiciones en las redes sociales que Ud. utiliza en una escala de 1 a 10? (1 es absolutamente conservadoras y 10 absolutamente radicalizadas)
En la actualidad las redes sociales constituyen un espacio importante de intercambio político pero carente de buenas condiciones para un debate productivo, lamentablemente los medios de comunicación se transforman en cajas de resonancia de este tipo de debates inconducentes y con descalificaciones distorsionando la claridad de propuestas que debieran tener mayor atención.
Debiéramos decididamente mejorar pensar mejor la manera en la cual estamos llevando los debates y evitar la polarización artificial generando un contexto que no se condice con la cotidianidad de la mayoría de los ciudadanos. Tan importante como hablar de política es la manera en la cual expresamos nuestras ideas y en Chile debiéramos cuidar con atención las formas del debate e intentar promover la confrontación de argumentos legítimos en un clima de respeto y tolerancia.
Durante el 2021 en Chile 21 seguiremos atentos a las dinámicas de las formas de la deliberación pública que acompañan al proceso constituyente en el 2021. Un buen debate político, bien comunicado y abordado por los actores de mayor responsabilidad, nos garantiza grados de entendimiento y paz social por muchos años.