Hemos fracasado
A fin de cuentas, el Cisarro es también hoy el rostro de miles de personas, muchos de ellos menores, que han sido totalmente abandonados. Ese abandono, los transforma en rostros símbolo, estrellas de nuestros noticiarios, en rostros que pasan a encarar todos nuestros miedos, el rostro del fracaso de nuestras políticas sociales, económicas y de seguridad, el rostro de Chile.