Opinión

Europa en tiempos de borrasca

Las elecciones parlamentarias de la Unión Europea (UE), convocadas entre los días 23 y 26 de mayo, serán una verdadera prueba de fuego para los partidos y coaliciones tradicionales del espectro político europeo. Más de 350 millones de ciudadanos de los 28 países que integran la UE están convocados para elegir a 751 escaños de la Euro cámara. Como nunca en la historia de las elecciones al Parlamento Europeo (PE), éstas, han provocado un importante grado de incertidumbres en cuanto a los resultados que se desprenderán de ellas.

Esto, se debe, a la irrupción de los partidos euroescépticos y de la ultraderecha nacionalista en países centrales de la UE, como Alemania, Francia, Italia, España, como en aquellos periféricos y más pequeños. La globalización financiera, las políticas de austeridad fiscal impuestas por la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional) al conjunto de los países de UE, como también el mal manejo de tema de la inmigración, han hecho que estas organizaciones políticas nacionalistas populistas, que en un principio renegaban del bloque comunitario y llamaban a salirse de él, ahora su política está orientada a disputar la dirección de la UE y a ser un actor político relevante en las decisiones de ésta.

Claves políticas

Las llamadas “familias” políticas tradicionales al interior del Parlamento Europeo son remecidas por nuevos actores y coaliciones políticas, que si bien es cierto, algunos o algunas de ellos, no son nuevos, si hoy en el escenario político y social del viejo continente desafían peligrosamente tanto a los partidos políticos históricos, como también a la institucionalidad política y al modelo económico, que ha prevalecido desde la instauración del euro como la moneda única del bloque europeo. Los únicos que no aceptaron el euro como la moneda de la UE fue el Reino Unido, hoy en el tortuoso proceso de lo que ha significado el Brexit.

1-. En este contexto electoral, socialistas, laboristas y socialdemócratas, por un lado, agrupados en el Partido Socialista Europeo/Alianza Progresista de Socialista y Demócratas de Europa (S&D, proeuropeo), así como Demócratas Cristianos, Social Cristianos y partidos populares, por el otro, agrupados en el Partido Popular Europeo (centroderecha, proeuropeo) medirán fuerzas, no tan solo entre ellos, sino también con otras coaliciones que se han venido asentando con perspectiva en el escenario electoral de UE.

2-. Las fuerzas y movimientos políticos ultraderechistas coalicionadas en el bloque Europa de las Naciones y la Libertad (ENF, extrema derecha, euroescéptico) coalición formada entre otros por la Agrupación Nacional de M. Le Pen y la Liga de M. Salvini podrían llegar a convertirse en uno de los principales grupos políticos en la UE. En este nicho de ultranacionalistas, hay que nombrar Europa de la Libertad y la Democracia Directa (EFDD, euroescépticos, anti-establishment), en donde se agrupa el partido alemán Alternativa para Alemania (AFD), entre otros partidos de la extrema derecha del continente.

3-. En alza electoral en algunos países europeos -especialmente en Alemania- son Los Verdes-Alianza Libre Europea (VERDES-EFA, proeuropeo). Esta coalición podría incluso superar a la Izquierda Unitaria Europea-Izquierda Verde Nórdica (GUE-NGL, izquierda emergente, antiausteridad). También entraran en la disputa por ser agrupaciones relevantes del PE, la Alianza de Liberales y Demócratas de Europa (ALDE, centro, proeuropeo) y Conservadores y Reformistas Europeos (ECR, conservadores euroescépticos).

4-. En estas elecciones, y en función de la importancia política que ha generado, se prevé una mayor participación electoral para estos comicios europeos que pueda superar el 43,09% de las elecciones en el 2014, pero nunca superar la tendencia electoral de 1979, en donde la participación fue del 62%.

Corolario

Finalmente, habrá que ver el 26 de mayo, cuáles de estas coaliciones y agrupaciones políticas europeas irán al alza o al declive. Las encuestas prevén una disminución de la votación a las dos fuerzas políticas mayoritarias hasta este momento en el parlamento, a decir, el Partido Popular Europeo y el Partido Socialista Europeo/Alianza Progresista Socialista y Demócratas de Europa (ver: www.elelectoral.com, 2 de febrero 2019).

Pero, más allá de los resultados electorales, el trasfondo de esta disputa política por tener mayor influencia en la Eurocámara está en qué tipo de Europa se quiere alcanzar: ¿una Europa democrática?, ¿una Europa que prosiga con el modelo neoliberal imperante?, o bien, ¿una Europa cerrada, restrictiva, nacionalista y xenófoba? Planteado esto, no dejan de ser interrogantes y desafíos políticos de trascendencia para la ciudadanía y el futuro europeo.